II.

estás agarrándole la cola al león
que duerme de pie
en la hondísima piedra
la clara voz de la gaviota
desde un alero alienta palabras que acercan
el alpino aquel
te abriga de la lluvia
las gotitas te distraen
para que el león no despierte
pero el león despierta
y las rocas vuelan por todas partes / partecitas
de lo pasado / inmóvil
vuelto gaviota que esquiva las balas
y lleva
en su pico
mundos posibles.

El pozo

¿Alguna vez hizo un pozo en la playa?
La superficie / primero /
le impone respeto / usted
se inclina en reverencia
pronto descubre que puede avanzar
con su mano / hacia lo profundo
no obstante lo que sigue es blando / mineral
humedad de caricias que vienen de antaño / contenidas
esperan / su mano cada vez más / internándose
luego el dolor / súbito / ya con la cara pegada al suelo
acompañando con todo su cuerpo / que siente
el ataque mortífero
de asperezas que embisten desde
la Antigüedad / pequeñas venganzas
anidan en sus uñas / que sangran
lamentan no estar preparadas / la arena
tiene sus motivos pero usted
¿cómo podría saberlo? la misma arena
que mordió Agamenón al caer
por amor o por despecho / de Clitemnestra
risas que son condenas / presagios de prontos finales
cóleras pasadas que regresan / como el amor
que es un pozo
y usted atraviesa por fin / con algarabía
con espectación la dureza y nota
sin demora / cómo el pozo o el amor
comienza a llenarse de mar y como
las paredes del pozo / del amor
poco a poco se derrumban y usted / sin más
se hunde.

río mar

Poemas que nacen en el mar y
desembocan en el río
duelen más que barcos
navegando tierra adentro
continente que sangra en cada palmo / cercado

un hombre canta su rencor de médano
que crece junto / sobre otro
apilando voluntades a fuerza de
vientos compañeros / nombra

infancias que treparon árboles
que eran amigas de los bichos bolita
que no conocían ausencia alguna
salvo la del muelle que
perdió su vínculo / dejó de existir / de ser puente

hasta que hubo guerra entre los venteveos y
los churrinches entre / las calles y las alamedas
y crecieron edificios enemigos del viento /
de los médanos
los perros del balneario intentaron
la ofensiva / jauría de liberación / y pronto
conocieron la derrota

ay derrota que dolés / como barcos tierra adentro
río arriba / su retorno.

I.

Con ustedes / el poema
con aire serio
se presenta quiso venir
para ver con
sus propios ojos
que son dulces / que son amargos
las palabras que una vez dijimos
cómo se abren paso / brotes en la tierra
agobiada
por la aridez

cuánta celosía el poema
al ver cómo nuestras manos
se dedican a cuidar
los brotes de
los aguiluchos / de las comadrejas
y nos olvidamos
de él / de su belleza
de sus volcanes que ya no calientan.