29 de marzo de 2011

Gino trabaja en una carbonería

(Se canta con la melodía de "Pato trabaja en una carnicería" de Moris / versión compuesta a varias manos, las de Ale sobre todo).

Todo empezó con el chiste que decía
lo tuyo es mío y lo mío es mío.
Nacidos y criados en esta farsa
decidieron poner fin a ese juego.
Eran los años de mil nueve treinta
y el sol brillaba en el Uruguay.

Banco tras banco ellos iban expropiando
para aportar dinero al movimiento
con todo eso podrían los compañeros
financiar una imprenta y sacar el diario
pa´que en la calle se sepa la idea
de la anarquía y la plena libertad.

Cultivas tu aire ácrata y libertario
pero no te interesa saber la historia
yo te la canto para que reflexiones
para que no repitas los mismos errores.
Decía Miguel Arcángel Roscigna
"la solidaridad hay que practicar".

Cuando cayeron presos los fugitivos
gran alegría hubo entre los carceleros
los burgueses tuvieron por fin alivio
sus bienes estarían bien protegidos
y en el Penal de Punta Carretas
los anarquistas cumplían su condena.

Hasta que los de afuera se iluminaron
pensaron un gran plan y lo ejecutaron:
la carbonería "El Buen Trato"
les sirvió de pantalla entre los vecinos
y bajo la calle cavaron un túnel
para que todos salieran en libertad.

Gino trabaja en una carbonería.
Gino trabaja en una carbonería.
Gino trabaja en una carbonería.
Gino trabaja en una carbonería.

13 de marzo de 2011

Campesinos

De los oratores y los bellatores
unos rezan / los otros guerrean
y los que por debajo de ellos se encuentran
bajo el sol transpiran los recursos
que ofrecen en nombre de la paz de Dios.

Marcelo despertó una mañana
cansado de trabajar
para el festín del oratore / para la gloria del bellatore,
varios despertaron ese día con
la misma idea y
encomendándose a Cristo
colgaron por el cuello a los que
moraban en la abadía.

Tuvieron tiempo de forjar espadas
en la casa del herrero y
comieron juntos
esa noche
a la luz de la luna.

Luego con destreza
cavaron en la tierra
y en los árboles ataron sogas
todas ellas bien dispuestas
y tornaron a dormir dejando una guardia.

A la mañana siguiente Marcelo se levantó el primero
y llevó pan al hombre de la guardia;
allí recibieron el sol
y despertaron a los demás
quienes tomaron su pan y cada cual
corrió a su puesto.

El estruendo de los corceles no tardó en oirse,
ya llegaban el Duque y sus vasallos
con armaduras ornamentadas del bronce más fino;
pocos de ellos lograron cruzar la tranquera
que rezaba en lengua romance "aldea sublevada";
cayeron en los pozos sus caballos
y los jinetes: ajusticiados por las flechas campesinas.

Los caballeros que atravesaron el primer obstáculo
pronto dieron con una nueva emboscada
y de los árboles pendieron sus cuerpos
lacerados por rastrillos y azadones.

De los pocos que restaban, unos huyeron
los demás se enfrentaron a las espadas
chuecas de los segadores.

Marcelo estaba loco de contento
y mientras algunos colgaban al Duque
junto al cura en la abadía
él se fue corriendo a la aldea más cercana
a contar a todos que el día había llegado.

4 de marzo de 2011

Alienación

Miró de reojo
su propia ausencia
con desconfianza la miró
y con angustia
volvió a clavar el aza sobre el surco
sabiendo que no estaba allí
y nunca lo estaría.

3 de marzo de 2011

Posmodernidad I

No se porqué tengo tantas ganas de llorar.
¿Será porque de varias incertidumbres
armé una verdad que idolatro con vehemencia?
¿Será porque no vivo en un tiempo de certezas?
Las ganas de llorar ¿serán por algún desgraciado
hecho o circunstancia que recuerdo?
¿Serán por las pérdidas / por las conquistas mediocres?
En este día con lluvia o soleado
tengo ganas de llorar
y no sé porqué.
Tengo ganas de salir a la lluvia
y empaparme con el sol espléndido.
No sé porqué tengo tantas ganas de llorar.
¿Será por el amor que nunca más sentiré?
¿O por el amor que nunca tuve?
¿Será este llanto una despedida?
¿Será esta agonía una lágrima? ¿Esta porfiada lágrima un comienzo?
¿No son acaso todas las palabras la misma
palabra?
Tengo ganas de llorar, vidita.
Tengo ganas de llorar y lloro
con un nombre falso
en una esquina que no existe
sobre un hombro
que mañana no estará.