22 de enero de 2011

Maldición de Malinche

Hubo Hernán Cortés
de hacerse aliado
de los Tlaxcaltecas
para entrar triunfante
en la ciudad mexica
de Tenochtitlán
y tomar para sí
todo el oro que allí había
y todavía más,
que a eso le llaman evangelizar.
Después de muertos
y huídos los mozárabes,
expulsados de Granada.
Hechos de obsidiana son
los engaños que hieren nuestro pasado
de sur a norte
se relativiza
con fruición posmoderna
y entusiasmo
allí donde no hay otra cosa
que explotadores y explotados
algunos intelectuales ven flechas enemigas
que cubren el cielo / dibujan círculos en el aire
o tienen dirección zigzagueante.
Así crecen campos enteros de confusión
sembrada por el campesino
a punta de hambre y amenazas
o también de traiciones
como la de Malintzin a orillas del lago Texcoco
como la de aquel que en nombre de la libertad
se alía con el poderoso
se embarca en batalla que poca gloria trae
al combatiente
que pelea por elegir opresor.
Desciende así
la sangre centenaria / cataratas sobre muros
que aún siguen allí / señalan nuestra derrota.

1 comentario:

ana güititi dijo...

Oiga, escuche:

Qué linda consigna tienes tras de ti me encolumnaréeeeee

- Como ya te dije lo que pienso de estas palabras mejor te canto esa canción. volvé. quiero bailar otra vez con vos.
dale.dale.dale -